Mientras disfrutaba de los últimos días de vacaciones, llegó a mí gracias a la magia del internet (como casi siempre sucede con éste tipo de películas y/o documentales), una cinta – documental llamada “Catfish”.
La trama es sencilla pero cautivante: Un fotógrafo (Rel Schuman), recibe por paquetería un cuadro pintado con una imagen de una foto que él tomó y publicó en un periódico gringo. La autora de la obra es una niña de 8 años que vive en otro punto de los Estados Unidos. Gracias al Facebook, entablan una “amistad” que también involucra a la madre y hermanos de la pequeña pintora. Conforme pasan unos meses, debido a intercambio de más cuadros, mensajes y chats vía Facebook; éste se enamora de la hermana mayor ( llamada Megan Faccio). Toda esta historia va siendo captada por las cámaras de Henry Joost y los hermanos Schuman, quiénes cautivados por la relación lograda gracias a una fotografía y un cuadro, le siguen a lo largo y ancho del país (Estados Unidos, por si alguien lo dudaba) para ser testigos de cómo Nev planea su reunión sorpresa con su "amada" Megan. Hasta aquí vamos bien…
Al llegar a la mitad de la película, comienzan los verdaderos líos de la historia: por una canción que le envía Megan a Rel vía chat, las dudas surgen y la veracidad de la información intercambiada se pone en juego. No quisiera contar más porque sería cómo traición de mi parte y no está bien que les cuente todo lo que sucede más adelante. Lo que si quisiera compartirles es el hecho que se expone: la realidad de los contactos que de pronto vamos agregando sin conocer a través de las redes sociales.
Las redes sociales siempre serán objeto de críticas para aquellos que prefieren las relaciones en vivo y en directo: Hay quiénes las utilizamos para estar en contacto con familiares y amigos que tenemos lejos de nuestro lugar actual de residencia. Lamentablemente, hay quienes las utilizan para realizar bromas, asumir personalidades múltiples y en casos muy graves, cometer delitos. Hay quienes también las utilizan para escapar de una realidad que no les es cómoda (sea el motivo que sea). Lo cierto es que ahí están y de nosotros depende el adecuado uso que le demos al Facebook, al Twitter y al recién llegado Google +; cuando somos usuarios frecuentes y usuarios casuales.
Dense la oportunidad de ver “Catfish”. Ojalá les deje un buen sabor de boca y un buen rato de reflexión, cómo me lo dejó a mi… Enjoy!
Gracias por leer este blog.
Súbanse al camión de la buena onda...
Dios los bendiga :)
DeeDeex*
